viernes, 10 de diciembre de 2010

Pablo Iglesias. A 85 años de su fallecimiento, su legado es más vigente que nunca (Por Daniel Guerra)

"(…) es cierto que aspiramos a llevar repesentantes de nuestras ideas al municipio, a la diputación y al parlamento, pero jamás hemos creido, ni creemos que desde allí pueda destruirse el orden burgués y establecer el orden social que nosotros defendemos". (Pablo Iglesias, Comentarios al programa socialista, Madrid, 1910).


En el seno de una familia humilde, el 18 de octubre de 1850 nace en Ferrol (Galicia) Pablo Iglesias Posse (familiarmente conocido como Paulino), hijo de Pedro Iglesias Expósito, empleado del ayuntamiento del Ferrol y de Juana Posse. Antes de su nacimiento había fallecido la primera hija que había tenido el matrimonio, Elisa.

A la edad de seis años comienza a asistir a la escuela hasta la muerte de su padre, cuando él contaba tan sólo nueve años de edad. Es entonces cuando junto a su madre y su hermano menor Manuel (que más tarde moriría de tuberculosis) emigran hacia Madrid. El viaje lo realiza a pie junto a su madre, mientras que su hermano menor fue enviado con antelación en una carreta con los pocos enseres que poseían.

Al llegar a Madrid, donde esperaban acogerse a la ayuda de un familiar, se encuentran con que éste había fallecido y estan desamparados. Su madre trabaja sirviendo en casas, pero aquello no daba lo suficiente para mantener a sus dos hijos, así que ambos hermanos son ingresados en el hospicio de San Fernando. Durante esa etapa Pablo se escapa en numerosas ocasiones para visitar a su madre. Allí, ante las durísimas condiciones que padecían los niños ingresados en la institución, Pablo Iglesias forja su carácter reivindicativo. Toda su vida arrastraría en su salud las secuelas de aquellos años.

Con las propinas que recoge como repartidor comienza su afición por la lectura que él aplica al conocimiento del movimiento obrero mundial. Cuando tiene doce años huye del hospicio para trabajar y ayudar a su madre. Ejerce el oficio de tipógrafo en diferentes imprentas, mejorando poco a poco su salario y asiste a clases nocturnas de francés pagadas por él mismo.

Al amparo de las libertades que otorga la Constitución de 1869, (el Sexenio Revolucionario de 1869 a 1875) la sección española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) organiza una serie de conferencias en Madrid y a ellas asiste Iglesias. En 1870, solicita su ingreso en la sección de tipógrafos. Poco tiempo después resultó elegido miembro del Consejo Federal de Madrid. La aparición de "La Solidaridad", periódico de la Internacional, le proporciona una ocasión para iniciar una intensa labor periodística que solo acabará al final de su vida.

Pablo sufre persecuciones y es despedido de distintas imprentas por su militancia hasta que en 1874 consigue acceder a la presidencia de la Asociación General del Arte de Imprimir. Desde este puesto comienza a preparar desde la clandestinidad un nuevo partido político de corte obrero-socialista, que culmina el 2 de mayo de 1879 con la fundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la taberna Casa Labra, a la que asistieron 25 personas: 16 tipógrafos, 4 médicos, un doctor, dos joyeros, un marmolista y un zapatero.

En 1885, tras abandonar la presidencia de la Asociación General del Arte de Imprimir consigue el máximo puesto en la Federación Tipográfica Española. El 12 de mayo de 1886 sale a la luz el primer número de “El Socialista”, revista de corte obrero-sindicalista fundada por él mismo y que se continua editando en la actualidad.

El 12 de agosto de 1888, los socialistas se reúnen por primera vez en Barcelona, donde se acuerda la creación del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), nombre propuesto por el propio Iglesias. Este mismo año acude al Congreso fundacional de la Segunda Internacional como representante portavoz del PSOE. Iglesias accede a la presidencia de la UGT un año más tarde, cargo que ocuparía hasta su muerte.

En 1890, el Primero de Mayo se celebra por vez primera en España. Pablo Iglesias encabeza una impresionante manifestación en la que es el encargado de entregar al Gobierno las reclamaciones de la clase obrera, entre ellas, la reducción de la jornada laboral a ocho horas y el cese del empleo de niños en actividades laborales. También en ese año celebró el II Congreso del PSOE. Entre 1894 y 1895, Pablo Iglesias y Federico Engels, colaborador y mano derecha del ya entonces fallecido Marx, mantienen una intensa correspondencia sobre el ascenso del movimiento obrero en Europa y la adhesión de los socialistas de Europa a los congresos del PSOE. Su intensa actividad epistolar se extiende a personalidad como Jules Guesde, Paul Lafargue, Karl Kaustky, Liebknecht, Albert Thomas….



En 1898, mientras el país muestra un absurdo sentimiento patriotero por la guerra de Cuba, Pablo Iglesias condena el conflicto con una frase que le traerá grandes enemistades: "Allá van los esclavos blancos a luchar contra los esclavos negros"

En 1903, el PSOE obtiene tres concejales en el Ayuntamiento de Madrid: Pablo Iglesias, Largo Caballero y García Ormaechea. 58 concejales socialistas más saldrán elegidos en otros ayuntamientos de España, lo que supone un primer avance contra el sistema de caciques, que hasta ahora habían dominado la época de la Restauración. De hecho en las elecciones de 1905 Pablo Iglesias, Largo Caballero y García Ormaechea salieron elegidos concejales por Madrid.

En 1908 funda la Casa del Pueblo de Madrid. Un año después es detenido durante 18 días en relación con los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, al firmar un manifiesto convocando a la huelga general. El ejemplo de la Casa del Pueblo de Madrid cunde por toda España, que pronto se ve plagada de estas “sucursales”, sobre todo en Asturias y País Vasco. Los obreros tienen así algo que es de sí mismos, donde además se les enseña a leer y a escribir, pero también se les da a los más avanzados enseñanzas propias de una universidad popular. Dos años después el PSOE consigue su primer diputado en el Parlamento Español, cuyo sillón ocupó Iglesias. En sucesivas elecciones fue incrementándose el número de representantes.


En 1919, debido a una grave pulmonía, cesa parcialmente de sus obligaciones políticas, su salud comienza a ser precaria. Las escisiones que el PSOE sufrió entre 1920 y 1921 por parte de varios grupos (Partido Comunista Español y Partido Comunista Obrero Español) que acabaron fundando el Partido Comunista de España, mermaron aún más su delicada salud.


Durante toda su existencia llevó una vida de gran austeridad, identificado con la pobreza de la clase trabajadora de aquellos años. Durante un tiempo, llega a vivir en la redacción de “El Socialista”, y con frecuencia este fue su único salario. Su única afición era la zarzuela, que al parecer cantaba con arte. No se casó, aunque sí tuvo una pareja femenina, cuyo hijo fue para él como un hijo propio.

El 9 de diciembre de 1925, Pablo Iglesias fallece en Madrid. Entre sus escasas posesiones personales, en un cajón de su humilde despacho, había dejado un sobre con mil pesetas para el periódico “El Socialista”. Su capilla ardiente fue instalada en la Casa del Pueblo. El Gobierno se ve obligado a conceder autorización para celebrar una manifestación en la que más de 150.000 personas acompañan el féretro al cementerio civil de la capital.

En 1939, al término de la Guerra Civil y siendo Madrid finalmente ocupada por los fascistas, un busto de Pablo Iglesias realizado por el escultor Emiliano Barral fue dinamitado. La estatua formaba parte del monumento que la ciudad de Madrid erigió al político socialista en el madrileño parque del Retiro. Sin embargo, dos militantes socialistas, arriesgando sus vidas ocultaron durante la noche los restos del busto en los jardines de Cecilio Rodríguez del Retiro. Hicieron un plano del lugar que conservó la familia de Gabriel Pardal durante años. El 7 de febrero de 1979, una vez terminada la dictadura, la escultura fue desenterrada por miembros del PSOE. Hoy en día se encuentra en la sede del partido, en la calle Ferraz de Madrid.

"O con unos o con otros, o con el trabajador o con el capital, no se puede servir a dos amos a la vez". Ése es uno de los principales legados que nos dejó el compañero Pablo Iglesias (El abuelo, como le llamaban cariñosamente) Algo que hoy, a 85 años de su desaparición, comprobamos más que nunca que estaba en lo cierto. La izquierda no puede gobernar con, sino contra el capitalismo. En el manifiesto fundacional del PSOE, redactó lo siguiente: “(…) En suma el ideal del Partido Socialista es la completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes (…) "


Independientemente de si se está de acuerdo o no con algunas de las decisiones que tomó, su honestidad, su coherencia política y su entrega sin fisuras a la causa por la emancipación del proletariado lo convierte un una figura clave de la izquierda española y un referente para todos nosotros.

Daniel Guerra
09-12-2010