viernes, 18 de febrero de 2011

La espiral revolucionaria (Daniel Guerra)



¿Dónde comenzó la espiral revolucionaria que recorre los pueblos árabes, amenazando con extenderse más allá? ¿En Túnez, en Egipto o tal vez en las furiosas protestas que en 2010 pararon las calles de Grecia, Francia, Italia, Gran Bretaña o Portugal y que hoy pueden, retroalimentadas, volver a intentarlo?

En realidad, el origen de estas luchas se encuentra en épocas anteriores a la revolución de Túnez y las recientes luchas europeas, aunque esto no invalida el proceso de retroalimentación entre ellas. Por poner un ejemplo, el 6 de abril de 2008, en la ciudad industrial de Mahallah en Egipto, se produjo una huelga cuyas protestas se extendieron a El Cairo. Desde aquella huelga no ha habido una semana sin protestas, manifestaciones o paros en el país. Sin embargo, en Occidente se han realizado auténticos esfuerzos para presentar a un Oriente Próximo cegado por la religión, presentando masas sociales de barbudos fanáticos, locos sin sentimientos ni matices. Los mismos encargados de extender estas mentiras goebelianas, influenciados por sus prejuicios racistas, han llegado a creerse sus propias ficciones.  

  La deslocalización y los paraísos de explotación laboral de la burguesía

Por otro lado, no olvidemos que la grave explotación, la miseria y la falta de derechos en los mal llamados países del tercer mundo es clave para la explotación y miseria en los mal llamados países del primer mundo. La deslocalización de las empresas hacia países “emergentes” entre los que se encuentran los paíse árabes, incrementa en los países “avanzados” la destrucción de empleo y la desindustrialización, aumenta la presión contra los trabajadores, bajan los sueldos, se fomenta la precariedad … Así pues, la revolución de los pueblos árabes contra la pobreza y el desempleo, por la libertad y la dignidad, acorrala aún más a la burguesía internacional. Las luchas de los pueblos árabes están directamente relacionadas con las luchas de los países de Occidente. Sin embargo, sólo derrocando el sistema capitalista se puede garantizar el pleno empleo, los derechos humanos y la satisfacción de las necesidades básicas de todos los ciudadanos gracias a la gestión racional y científica de las enormes riquezas del planeta por la mayoría de la sociedad y en beneficio de la mayoría.

En los países como Egipto y Túnez, a pesar de que los dictadores han sido derrocados, aún queda mucho por hacer. La revolución no ha hecho más que empezar. Estas luchas se están produciendo como consecuencia del desempleo, la tiranía, la falta de expectativas, la impunidad, el nepotismo, los bajos salarios, los elevados precios… problemas que bajo el capitalismo no tienen apenas solución.

  La revolución acaba de comenzar

De estas luchas han surgido elementos de doble poder, órganos de control obrero para la autodefensa, el abastecimiento de las ciudades, la gestión del tráfico, organización de hospitales de campaña, recogida de basuras…embriones del nuevo mundo que está por venir y que el pueblo tendrá que potenciar para la toma del control obrero de los medios de producción. La revolución no debe detenerse, el objetivo no es sólo derrocar el régimen, sino solucionar los problemas endémicos contra los que el pueblo se ha alzado en una lucha que se ha cobrado centenares de mártires a los que honramos en nuestra memoria.

Supongo que no hace falta recitar una retahíla con los sucesos del día en los países que se encuentran en lucha. Los medios de comunicación y agencias de noticias informan constantemente, e internet replica y difunde raudo como el rayo por los cuatro puntos cardinales. Recapitulando y a grosso modo, además de Túnez y Egipto, se encuentran también en lucha Yemen, Argelia, Jordania y Bahrein, ha habido protestas en Marruecos, donde se prepara una marcha para el próximo día 20, y la o­nda expansiva a afectado a Irán e Irak. La repesión en Bahréin se está ensañando contra la población, y acaba de incorporarse Libia en escena, casi el único país del Magreb que aún no se había alzado, aunque el miedo de las clases dominantes ha llegado mucho más lejos. En China se ha censurado la palabra “Egipto” de Internet y los EEUU y la UE en seguida han puesto en marcha todos los movimientos lampedusianos posibles para tratar de defender sus intereses. Cambiarlo todo de forma que todo quede igual, ésa es la consigna. Mientras tanto, la OTAN ya ha aconsejado más inversión en armamento y seguridad a sus países miembros ante lo imprevisto de estos acontecimientos.

  ¿Qué hay del África Subsahariana?

África negra está llena de jóvenes desesperados por sacar sus familias adelante, muchos de ellos con estudios y hartos de la tiranía de sus dirigentes. En Zimbabue, el dictador Robert Mugabe gobierna desde hace tres décadas con puño de hierro. Según la CIA, es el país con la tasa de paro más alta del mundo, casi el 95%. En Camerún, Uganda, Angola, Guinea Ecuatorial o Congo llevan más de un cuarto de siglo con el mismo líder. En Togo o Gabón los presidentes son los hijos del antiguo dictador. El escritor y bloguero ecuatoguineano Juan Tomás Ávila Laurel inició el pasado viernes una huelga de hambre contra el régimen de Teodoro Obiang Nguema, animado por las protestas del mundo árabe. Sostiene que en varios países africanos se dan los contextos necesarios para una revolución. Hace dos semanas, una periodista francesa afincada en Johannesburgo (Sudáfrica) recibió una llamada de un colega desde Gabón. “¿Qué demonios hacéis? Aquí estamos saliendo a la calle para protestar y nadie dice nada”, le espetó. La policía disparó gases lacrimógenos y detuvo a treinta personas antes de ahogar la protesta.

  Las organizaciones obreras en el mundo y la revolución en los países árabes

Hoy quiero hablar también sobre lo que hay más allá de las fronteras del mundo árabe y africano. En Europa, en América, en Asia y Oceanía las organizaciones tradicionales de la clase obrera tienen aquí un deber que cumplir. Cualquier organización de izquierdas que se precie, en el momento en que un pueblo se alza en una auténtica revolución en cualquier lugar del mundo, no debe conformarse con asistir como un mero espectador. Es cierto que se han convocado actos en defensa del pueblo egipcio y de los pueblos árabes frente a embajadas, consulados, en plazas y en calles de todo el mundo, incluso la Confederación Sindical Internacional convocó el pasado 9 de febrero la primera Jornada Mundial Sindical de Solidaridad con Egipto. No obstante ¿Cómo se han trabajado estas convocatorias? Salvo honrosas y escasas excepciones, los sindicatos, partidos y corrientes no las han difundido extensamente, en muchos casos, haciendo gala de una ejemplar puesta en práctica de la ley del mínimo esfuerzo, se han limitado a apoyar, sin más, convocatorias ya realizadas por o­nG’s y algunas asociaciones minoritarias. Quiero dirigirme también a todas aquellas organizaciones, partidos, grupos, corrientes… que todavía creen en una alternativa seria, científica y viable al capitalismo, y que durante años, décadas, han estado preparándose para la revolución, algunas de ellas incluso con el convencimiento de que estaban destinadas a encabezarla en cuanto ésta se produjera. Bien, señores, la revolución está aquí, ya ha llegado, y sin previo aviso, como supongo que la mayoría de ustedes ya deberían de saber que suele ocurrir. Son los inicios de una revolución, fuerzas vivas enfrentadas entre sí, las espadas están en alto y todos los actores, que no son pocos, juegan sus mejores cartas en su propio interés. No es una revolución pura, quien espere ver una revolución en estado puro y sin contradicciones, como decía Lenin, no la verá nunca. Es el momento en que ideas, métodos, estrategias… se ponen a prueba. El momento de demostrar audacia y recoger los frutos del trabajo o de ser barridos por la Historia.

El ciberactivismo y el papel de internet: Sentido de la proporción

De entrada, a muchas de estas autodenominadas vanguardias revolucionarias a las que me rtefiero, se les ha visto dando bandazos de un lado al otro. De entre aquellos que en un primer momento esbozaban irónicas sonrisas y soltaban comentarios jocosos ante quienes simultaneábamos la lucha política y sindical a pie de calle con el ciberactivismo, ahora hay quien, en un giro de 180 grados, están dispuestos a creer que una revolución se puede realizar a través de las redes sociales como Facebook o Twitter, puesto que así lo dice la prensa. Una mentira que por otro lado no creo que estén difundiendo por casualidad. Imagino que sectores de la burguesía, ante la inevitabilidad de Internet, preparan un futuro en el que, a rebufo de los ejemplos de las revoluciones de Egipto y Túnez, cientos de miles, millones tal vez, de ciberactivistas que no han entendido el papel de la red como herramienta, algunos incluso con alguna frustrada vocación de agitador de masas o con afán de protagonismo, comenzarán a inundar la red con decenas de miles de convocatorias, difundiendo las fechas y lugares de encuentro que cada uno individualmente crea conveniente para la misma causa y así con centenares, miles de causas, saturando y neutralizando los movimientos sociales bajo toneladas de información, en ocasiones contradictoria. Y lo peor de todo, difundiendo la falsa idea de que con eso es suficiente, prescindiendo de la necesaria organización en los puestos de trabajo, barrios, sindicatos…Ése es uno de los planes del imperialismo, y es probablemente una de las razones por las que EEUU se ha comprometido a facilitar y proteger el trabajo de los ciberactivistas. Pero la realidad es que Internet no es más (ni menos) que una herramienta de comunicación, hoy por hoy muy válida, aunque no exenta de riesgos. La prueba está que ni siquiera eliminando Internet han conseguido detener la revolución egipcia. Durante las invasiones del nazismo, la Resistencia se ayudaba de emisoras de radio clandestinas que la GESTAPO rastreaba y en algunas ocasiones conseguía localizar los receptores. Eso no impidió que la radio jugara su papel en la lucha. Aun así, a nadie se le ocurriría decir que fue la radio quien organizó la Resistencia.

Curiosamente, aquellos que desde la izquierda se reían cuando se les hablaba de las posibilidades que un medio como Internet ofrece para la lucha de clases, son los mismos que ante los acontecimientos de Túnez o Egipto eran reacios a emplear la palabra revolución, hasta que esta misma palabra comenzó a hacer aparición en los titulares de la prensa burguesa. En su momento fueron incapaces de comprender la utilidad de las herramientas cibernéticas y las redes sociales, continuaban limitándose a repartir en manifestaciones panfletos fotocopiados, careciendo de la audacia necesaria para ser los pioneros en un terreno aún por explotar, incluso le temían a la red por ser insegura, (Como si hubiera algo seguro y sin riesgos en la lucha de clases) Afortunadamente, como se he podido comprobar, la mayoría de los ciberactivistas sin ínfulas ni afán de protagonismo, incluyendo a los ciberactivistas egipcios y tunecinos. ya se han encargado de difundir correctamente por internet cuál es la diferencia entre las herramientas y quienes las utilizan.

Ya para terminar, unos datos importantes a difundir:

Calendario de protestas previstas (sin contar las protestas laborales que se dan en Egipto, Túnez y las que puedan estallar de un día para otro…)

17 de Febrero:Bahrein y Libia
18 de Febrero:Bahrein y Arabia Saudí
19 de febrero:Bahrein y Argelia
20 de febrero: Marruecos
21 de febrero: Gabon
23 de febrero: Camerún
25 de febrero: Irán e Irak
27 de Febrero: Qatar
8 de Marzo: Kuwait

Links con listados de embajadas y consulados de algunos de los países en lucha en todo el mundo:

Embassies and Consulates of Bahrain
http://www.offshorewave.com/embassies_show.php?country_id=17
 
Yemeni embassies around the world
http://www.yementourism.com/information/embassies.php

Egypt:

Embassies of Iran
http://www.embassyworld.com/Iran/Addresses/

Embassies of Libya
http://www.libya-watanona.com/libya1/embassy.htm

Embassies of Morocco
http://www.offshorewave.com/embassies_show.php?country_id=141

Embassies of Algeria
http://www.offshorewave.com/embassies_show.php?country_id=3


¡Contribuyamos a su causa, que es la nuestra! Exigamos en nuestros sindicatos, partidos, corrientes, organizaciones de izquierdas, que se compromentan de forma activa y militante con esta luchas. No son suficientes los apoyos formales, no son suficientes las declaraciones públicas, los artículos de opinión y los análisis académicos. ¡Convoquemos y participemos en manifestaciones, concentraciones y actos ante embajadas, consulados, o en calles y plazas de todo el mundo!¡Por el avance de la revolución en Egipto, en Túnez y en todos los países árabes! ¡No a la repesión en Bahrein y Libia! ¡Pueblos del Magreb y de Medio Oriente, alzaos! ¡Pueblos de África, pueblos de Europa, alzaos! ¡Abajo el capitalismo!